Casi un año después de que el COVID-19 forzara a cancelar giras y golpeara fuerte a la industria de la música, los artistas más populares fueron reconocidos en la entrega de los Premios Grammy en el Staples Center de Los Ángeles. Pese a que la gala debió ser reducida a un evento parcialmente virtual, las actuaciones en vivo hicieron que fuera una noche memorable.
Beyoncé lideraba la competencia con nueve nominaciones, seguida de Taylor Swift, Dua Lipa y Roddy Ricch, con seis cada uno. Y aunque no triunfó en las categorías principales, sumó dos galardones que la ubican como la máxima ganadora en la historia al conquistar su 28° estatuilla.
El encargado de la conducción fue el humorista sudafricano Trevor Noah, quien tuvo la misión de coordinar las conexiones en directo en varias partes del mundo. La primera gran presentación corrió a cargo de Harry Styles, quien ofreció un gran despliegue para una inspirada versión de “Watermelon Sugar” junto a su banda.
Luego, Billie Eilish se sumaría al escenario para interpretar “Everything I wanted” ante la atenta mirada de Styles. Esa sería la primera aparición de la artista que se terminaría llevando el reconocimiento más codiciado.